Palabra y
tono
Ramón María del Valle-Inclán fue un novelista, poeta y autor dramático español, además de cuentista, ensayista y periodista.
Luces
de bohemia es considerada una de sus obras más
importantes con ella Valle-Inclán inaugura un nuevo género teatral, el
“esperpento”, y sería el primero de los cuatro textos que el propio autor
consideraría de ese género. En
la escena duodécima de la obra, el propio protagonista lo considera como una
manera de mirar el mundo.
La obra
es una fuerte crítica social que realiza Ramón sobre la España de los años 20,
a través de los personajes de la obra, basados en la teoría del esperpento, la
cual es una España degradada, desconsiderada con el pueblo llano y llena de
corrupción.
Se define Esperpento como: género
literario creado por Ramón del Valle-Inclán. En el que se deforma
sistemáticamente la realidad, recargando sus rasgos grotescos y absurdos, a la
vez que se degradan los valores literarios consagrados; para ello se dignifica
artísticamente un lenguaje coloquial y desgarrado, en el que abundan
expresiones cínicas y jergales. Definición que aparece en el suplemento de la
19ª edición del DRAE.
El
Esperpento se puede ver reflejado en las siguientes escenas:
ESCENA SEGUNDA
MAX:
Ilustre Don Gay, de acuerdo. La miseria del pueblo español, la gran miseria
moral, está en su chabacana sensibilidad ante los enigmas de la vida y de la
muerte. La Vida es un magro puchero; la Muerte, una carantoña ensabanada que
enseña los dientes; el Infierno, un calderón de aceite albando donde los
pecadores se achicharran como boquerones; el Cielo, una kermés sin
obscenidades, a donde, con permiso del párroco, pueden asistir las Hijas de
María. Este pueblo miserable transforma todos los grandes conceptos en un
cuento de beatas costureras. Su religión es una chochez de viejas que disecan
al gato cuando se les muere.
EL CHICO
DE LA TABERNA: ¡Hay carreras por las calles!
EL REY DE
PORTUGAL: ¡Viva la huelga de proletarios!
EL
BORRACHO: ¡Chócala! Anoche lo hemos decidido por votación en la Casa del
Pueblo.
LA PISA
BIEN: ¡Crispín! te alcanzó un cate! ¡Un marica de la Acción Ciudadana!
PICA
LAGARTOS: Niño, sé bien hablado! El propio republicanismo reconoce que la
propiedad es sagrada. La Acción Ciudadana está integrada por patronos de todas
circunstancias, y por los miembros varones de sus familias. ¡Hay que saber lo
que se dice!
ESCENA
DUODÉCIMA
MAX: Los héroes clásicos
reflejados en los espejos cóncavos dan el Esperpento. El sentido trágico de la
vida española sólo puede darse con una estética sistemáticamente deformada.
DON LATINO: ¡Miau! ¡Te
estás contagiando!
MAX: España es una
deformación grotesca de la civilización europea.
DON LATINO: ¡Pudiera! Yo
me inhibo.
MAX: Las imágenes más
bellas en un espejo cóncavo son absurdas.
DON LATINO: Conforme. Pero
a mí me divierte mirarme en los espejos de la calle del Gato.
MAX: Y a mí. La
deformación deja de serlo cuando está sujeta a una matemática perfecta, Mi
estética actual es transformar con matemática de espejo cóncavo las normas clásicas.
DON LATINO: ¿Y dónde está
el espejo?
MAX: En el fondo del vaso.
DON LATINO: ¡Eres genial!
¡Me quito el cráneo!
La Bagatela es una cosa o asunto de poco o
ningún valor, insignificante, de escasa importancia. Por otra parte, es una
composición musical ágil y corta, sin mayores pretensiones, originaria del
movimiento romántico. Su forma suele ser A - B - A, con coda final, y normalmente se interpreta con
el piano.
A menudo,
como se da en la realidad, los personajes sostienen conversaciones en las que
tratan temas cotidianos que no parecen de importancia con respecto a lo que
sucede en el trasfondo de la obra. La problemática de España y su situación
pasa a segundo plano y hablan de cosas que tienen escaza importancia si tomamos
en cuenta que el tema trascendental de la obra es la queja a la España de esos
momentos.
En los
fragmentos que encontramos a continuación se evidencia la Bagatela:
ESCENA
SEGUNDA
ZARATUSTRA:
Es verdad que se lavan mucho los ingleses. Lo tengo advertido. Por aquí entran
algunos, y se les ve muy refregados. Gente de otros países, que no siente el
frio, como nosotros los naturales de España.
ESCENA
SÉPTIMA
DON
FILIBERTO: ¡Ni siquiera pueden ustedes hablar en serio! Hay alguno de ustedes,
de los que ustedes llaman maestros, que se atreve a gritar viva la bagatela. ¡Y
eso no en el café, no en la tertulia de amigos, sino en la tribuna de la Docta
Casa! ¡Y eso no puede ser, caballeros! Ustedes no creen en nada: Son
iconoclastas y son cínicos. Afortunadamente hay una juventud que no son
ustedes, una juventud estudiosa, una juventud preocupada, una juventud llena de
civismo.
Llamamos Didascálicos especialmente a los poemas didácticos.
Que enseña o instruye.
ESCENA
NOVENA
RUBÉN:
¡¡¡La
ruta tocaba a su fin.
Y en el
rincón de un quicio oscuro,
nos
repartimos un pan duro
con el
Marqués de Bradomín!!!
La misión
específica de la poesía didáctica es instruir. Su objeto no es el mito o las
hazañas heroicas sino la verdad. Ni en el poema expuesto anteriormente ni en el
resto de la obra de Ramón del Valle-Inclán encontramos estas características.
La vida de los
protagonistas de la obra está llena de vicios. Este término se define como un
mal hábito, un defecto o una enfermedad. El alcohol parece ser un elemento
fundamental en la relación entre los personajes. Toda buena ocasión se celebra
con alcohol, como también calma la tristeza en acontecimientos de nostalgia (la
muerte de Max Estrella). Todo vicio o mal hábito, lleva al deceso pero se
practica en la vida. No hay un mínimo esfuerzo por evitarlo, es un vicio
poderoso que se llevó la vida de nuestro protagonista y lo entregó directo a
los brazos de la muerte.
ESCENA DECIMATERCIA
DON LATINO: ¡Ha muerto el
Genio! ¡No llores, hija mía! ¡Ha muerto y no ha muerto!... ¡El Genio es
inmortal!... ¡Consuélate, Claudinita, porque eres la hija del primer poeta
español! ¡Qué te sirva de consuelo saber que eres la hija de Víctor Hugo! ¡Una
huérfana ilustre! ¡Déjame que te abrace!
CLAUDINITA: ¡Usted está
borracho!
DON LATINO: Lo parezco.
Sin duda lo parezco. ¡Es el dolor!
CLAUDINITA: ¡Si tumba el
vaho de aguardiente!
DON LATINO: ¡Es el dolor!
¡Un efecto del dolor, estudiado científicamente por los alemanes!
DON LATINO tambaléase en
la puerta, con el cartapacio de las revistas en bandolera y el perrillo sin
rabo y sin orejas, entre las cañotas. Trae los espejuelos alzados sobre la
frente y se limpia los ojos chispones con un pañuelo mugriento.
Gesto, mímica y proxemia desde el esperpento, guiñol, prosopografía y animalización
Esperpento:
El esperpento es un género
literario que se caracteriza por la presentación de una realidad deformada y
grotesca y la degradación de los valores consagrados a una situación ridícula. El autor de Luces de
Bohemia es en todo momento impersonal y objetivo, buscando criticar a la
sociedad española de la época. No inventa ningún mal a la sociedad
simplemente incrementa y deforma los que ya ésta tiene. Todos los personajes
son trágicos, se hallan en situaciones burlescas, caricaturescas, por lo que
pasan de ser personajes trágicos a ser personajes esperpénticos. Se puede
observar en la mímica y gestos del protagonista Max Estrella, es un hombre
ciego, frustrado por que no es reconocido con su novela, amargado con la vida,
su aspecto parece ser trágico.
ESCENA PRIMERA
MAX y MADAME COLLET: “¡Espera,
Collet! ¡He recobrado la vista! ¡Veo! ¡Oh, cómo veo! ¡Magníficamente! ¡Está
hermosa la Moncloa! ¡El único rincón francés en este páramo madrileño! ¡Hay que
volver a París, Collet! ¡Hay que volver allá, Collet! ¡Hay que renovar aquellos
tiempos! -Estás alucinado, Max. -¡Veo, y veo magníficamente!” (…) “MADAMA
COLLET: Siéntate. Voy a cerrar la ventana. Procura adormecerte. -¡No puedo!
-¡Pobre cabeza! -¡Estoy muerto! Otra vez de noche.”
Otros personajes que
aparecen representan a gente de clase baja, se representan como personas de
malas costumbres. Todos sus gestos son exagerados y burlescos. Dan la impresión
de ser caricaturizados.
Aparentemente los
personajes de esta obra no tienen vida, son puramente simbólicos, por lo cual
se puede afirmar que cada uno de los personajes intentan deformar la realidad,
teniendo un aspecto exagerado, lleno de rabia e impotencia.
Guiñol:
El guiñol se define como
la representación teatral por medio de títeres movidos con las manos. En
este caso comparar la obra con un teatro guiñol hace referencia a que ya que es
una obra simbólica, que realmente critica a la sociedad, mostrándola como
controlada, somos dirigidos por el destino horrible y trágico. Simularlo
con títeres es una buena representación.
Prosopografía:
La prosopografía se
refiere a la descripción física de un
personaje: rasgos físicos, estatura, facciones, etc. En la obra Luces de
Bohemia, Valle-Inclán toma las características más sobresalientes de cada
situación para distinguir el tipo y función de los personajes.
Estas
descripciones son más notables en los personajes cuya función es menos
relevante en la obra, aquellos que están más cerca al arquetipo, a quienes el
autor les destaca su apariencia física (rasgos físicos, indumentaria, objetos
de su oficio), rola caricatura, sobretodo en el caso de personajes como Serafín
el Bonito como se mostrará en el ejemplo más adelante
ESCENA TERCERA (LOS OBREROS)
“(…)
Entran en la taberna obreros golfantes -blusa, bufanda y alpargata-, y
mujeronas encendidas, de arañada greña. (…)”
ESCENA DECIMATERCERA (EL COCHERO)
“Aparece
en el marco de la puerta el cochero de la carroza fúnebre: Narices de borracho,
chisterón viejo con escarapela, casaca de un luto raido, peluca de estopa y
canillejas negras.”
ESCENA QUINTA (SERAFÍN EL BONITO)
“(…) Hay
un viejo chabacano - bisoñé y manguitos de percalina-, que escribe, y un pollo
chulapón de peinado reluciente, con brisas de perfumería, que se pasea y dicta
humeando un veguero. DON SERAFÍN, le dicen sus obligados, y la voz de la calle,
SERAFÍN EL BONITO (…)”
Animalización:
La animalización es una figura
literaria que consiste en la
comparación entre personas y animales, siendo la persona el objeto real y el animal, el
imaginario. En la obra de Valle-Inclán lo humano se convierte en
cosa o animal aportando así al esperpento un gran espacio de desarrollo al
deformar la realidad.
El ejemplo donde se hace
más notable la animalización en Luces de Bohemia es el de Don Latino, a
quien Valle-Inclán compara con un perro, pero resaltando su cobardía, su
naturaleza de aprovechado e interesado. Más específicamente, sería como el
perro lazarillo de Max Estrella (que es ciego), pero en lugar de hacerle
compañía y serle fiel amigo, le es desleal y lo engaña.
ESCENA OCTAVA
MAX: Seguramente que me
espera en la puerta mi perro.
EL UJIER: Quien le espera
a usted es un sujeto de edad, en la antesala.
MAX: Don Latino de
Híspalis: Mi perro.
ESCENA SEGUNDA
"Don Latino
interviene con ese matiz del perro cobarde que ad su ladrido entre las piernas
del dueño"
La animalización expone
también la degradación de los personajes, estos se reflejan como seres
ridículos y grotescos que viven una tragedia. Un ejemplo claro de esto es el de
Zaratustra, quien se equipara con un bicho.
ESCENA SEGUNDA
“(…) ZARATUSTRA, abichado
y giboso -la cara de tocino rancio y la bufanda de verde serpiente-, promueve,
con su caracterización de fantoche, una aguda y dolorosa disonancia muy emotiva
y muy moderna.(…)”
Relación
entre la vida y la obra de Valle-Inclán
La producción de Valle
Inclán es considerable y variada: novelas, cuentos, teatro, poesía. Se observa
una evolución en estos géneros desde el Modernismo, donde sus obras están
basadas en un esteticismo decadente al margen de la realidad, pasando luego por
una etapa mítica, presentándonos una serie de fuerzas elementales como el mal;
la irracionalidad; la violencia y sobre todo la lujuria, rigen la existencia y
el destino de los protagonistas, hasta llegar a su período cumbre con el
esperpento y la obra “Luces de Bohemia”, destacando a la palabra sacada del uso
popular para designar lo ridículo, extravagante y grotesco.
Valle Inclán cultivó una
literatura modernista de carácter evasivo a finales del siglo XIX. Los
acontecimientos históricos y políticos de España durante los principios de
siglo, marcarán la trayectoria ideológica del autor. El cual asume un
compromiso con las clases desposeídas, el proletariado, que no gozaban de los
felices años 20 como las clases dominantes. En relación a lo político Valle
Inclán se inclina por una postura marxista.
En 1892 el autor realiza
un viaje a México, donde entra en contacto con el modernismo. En Veracruz
adopta el nombre de Valle Inclán. Después de pasar una temporada en Cuba
regresa a Galicia. En esta época el autor publica su primer libro en 1895,
titulado Femeninas, seis historias amorosas, donde se pone especial atención en
el deseo de narrar acentuando los valores formales. Su producción cumbre en
esta etapa son las Sonatas, cuatro novelas, Sonata de Estío, Sonata de Otoño,
Sonata de Primavera y Sonata de Invierno. Se presenta la exaltación del mundo
decadente, visto con una mirada entre nostálgica y distanciada. Su prosa es
rítmica, refinada, rica en efectos sensoriales.
Al estallar la guerra en
1914, Valle se manifiesta partidario de los aliados. El autor se preocupa cada
vez más por cuestiones de justicia social, se entusiasma con la revolución rusa
y se aproxima al marxismo. Su obra se convierte en una sarcástica
denuncia de la España oficial. Paralelamente en su evolución profesional, el
autor pasará por una etapa de transición antes de llegar a los esperpentos, es
el ciclo de lo irónico y lo mítico. Publica la Cabeza del Dragón, La Marquesa
Rosalinda, Farsa Italiana de la enamorada del rey; las Comedias Bárbaras:
Águila de blasón y Romance de lobos. Con estas obras Valle inicia su “teatro en
libertad”; se discute entre si son novelas dialogadas o teatro irrepresentable,
siendo su fuerza dramática incuestionable. Sus personajes vuelven hacia el
primitivismo de los orígenes del drama, alejándose del teatro realista del
momento y otorgándole al hecho dramático una dimensión mítica.
A partir de 1920 la obra
de Valle se centrará en la denuncia de un mundo dominado por lo deforme y lo
absurdo, denuncia que se llevará acabo también con un lenguaje deformado. Para
satirizar de forma caricaturesca y desgarrada la realidad nacional, crea un
nuevo estilo: el esperpento.
Esta técnica literaria se
caracteriza por buscar una deformación sistemática de la realidad,
intensificando sus rasgos grotescos y absurdos, y por una degradación de los
valores literarios consagrados. La práctica del esperpento en literatura
equivale al estilo de Goya en la pintura. Los esperpentos de Valle Inclán son
obras que presentan la realidad deformada o vista en un espejo cóncavo.
Este género o tendencia se
desarrolla sobre todo en cuatro títulos: “Luces de bohemia” (1920), “Los
cuernos de don Friolera” (1921), “Las galas del difunto” (1926) y “La hija del
Capitán” (1927). En estas obras se revela una visión ácida y violentamente
disconforme con la realidad. El autor se complace en degradar la realidad y
agredirla con una carcajada que no perdona a personas, instituciones o mitos,
pero que en el fondo, oculta no pocas veces el llanto.
Valle Inclán no se doblegó
a los prejuicios estéticos del momento, y optó por desafiar las limitaciones de
diverso tipo que presentaba el teatro de la época. Durante mucho tiempo
se pensó que los esperpentos de Valle Inclán no eran verdadero teatro, sino
novelas dialogadas y que al menos en su mayoría eran irrepresentables,
condenadas a ser teatro para leer. Esto ha quedado en el pasado, ya que con las
nuevas nociones del espectáculo teatral y técnicas de representación se ha
podido llevar a escena muchas de sus obras.
Con el paso del tiempo,
tras las experiencias renovadoras de las concepciones escénicas. Valle Inclán
se descubre como la figura máxima del teatro español, un verdadero vanguardista
que se anticipó considerablemente a las nuevas tendencias del teatro mundial.
Luces de Bohemia