viernes, 9 de enero de 2015

Luces de Bohemia

Palabra y tono

Ramón María del Valle-Inclán fue un novelista, poeta y autor dramático español, además de cuentista, ensayista y periodista.

Luces de bohemia es considerada una de sus obras más importantes con ella Valle-Inclán inaugura un nuevo género teatral, el “esperpento”, y sería el primero de los cuatro textos que el propio autor consideraría de ese género. En la escena duodécima de la obra, el propio protagonista lo considera como una manera de mirar el mundo.

La obra es una fuerte crítica social que realiza Ramón sobre la España de los años 20, a través de los personajes de la obra, basados en la teoría del esperpento, la cual es una España degradada, desconsiderada con el pueblo llano y llena de corrupción.

Se define Esperpento como: género literario creado por Ramón del Valle-Inclán. En el que se deforma sistemáticamente la realidad, recargando sus rasgos grotescos y absurdos, a la vez que se degradan los valores literarios consagrados; para ello se dignifica artísticamente un lenguaje coloquial y desgarrado, en el que abundan expresiones cínicas y jergales. Definición que aparece en el suplemento de la 19ª edición del DRAE.

El Esperpento se puede ver reflejado en las siguientes escenas:

ESCENA SEGUNDA
MAX: Ilustre Don Gay, de acuerdo. La miseria del pueblo español, la gran miseria moral, está en su chabacana sensibilidad ante los enigmas de la vida y de la muerte. La Vida es un magro puchero; la Muerte, una carantoña ensabanada que enseña los dientes; el Infierno, un calderón de aceite albando donde los pecadores se achicharran como boquerones; el Cielo, una kermés sin obscenidades, a donde, con permiso del párroco, pueden asistir las Hijas de María. Este pueblo miserable transforma todos los grandes conceptos en un cuento de beatas costureras. Su religión es una chochez de viejas que disecan al gato cuando se les muere.
EL CHICO DE LA TABERNA: ¡Hay carreras por las calles!
EL REY DE PORTUGAL: ¡Viva la huelga de proletarios!
EL BORRACHO: ¡Chócala! Anoche lo hemos decidido por votación en la Casa del Pueblo.
LA PISA BIEN: ¡Crispín! te alcanzó un cate! ¡Un marica de la Acción Ciudadana!
PICA LAGARTOS: Niño, sé bien hablado! El propio republicanismo reconoce que la propiedad es sagrada. La Acción Ciudadana está integrada por patronos de todas circunstancias, y por los miembros varones de sus familias. ¡Hay que saber lo que se dice!

ESCENA DUODÉCIMA
MAX: Los héroes clásicos reflejados en los espejos cóncavos dan el Esperpento. El sentido trágico de la vida española sólo puede darse con una estética sistemáticamente deformada.
DON LATINO: ¡Miau! ¡Te estás contagiando!
MAX: España es una deformación grotesca de la civilización europea.
DON LATINO: ¡Pudiera! Yo me inhibo.
MAX: Las imágenes más bellas en un espejo cóncavo son absurdas.
DON LATINO: Conforme. Pero a mí me divierte mirarme en los espejos de la calle del Gato.
MAX: Y a mí. La deformación deja de serlo cuando está sujeta a una matemática perfecta, Mi estética actual es transformar con matemática de espejo cóncavo las normas clásicas.
DON LATINO: ¿Y dónde está el espejo?
MAX: En el fondo del vaso.
DON LATINO: ¡Eres genial! ¡Me quito el cráneo!

La Bagatela es una cosa o asunto de poco o ningún valor, insignificante, de escasa importancia. Por otra parte, es una composición musical ágil y corta, sin mayores pretensiones, originaria del movimiento romántico. Su forma suele ser A - B - A, con coda final, y normalmente se interpreta con el piano.

A menudo, como se da en la realidad, los personajes sostienen conversaciones en las que tratan temas cotidianos que no parecen de importancia con respecto a lo que sucede en el trasfondo de la obra. La problemática de España y su situación pasa a segundo plano y hablan de cosas que tienen escaza importancia si tomamos en cuenta que el tema trascendental de la obra es la queja a la España de esos momentos.

En los fragmentos que encontramos a continuación se evidencia la Bagatela:

ESCENA SEGUNDA
ZARATUSTRA: Es verdad que se lavan mucho los ingleses. Lo tengo advertido. Por aquí entran algunos, y se les ve muy refregados. Gente de otros países, que no siente el frio, como nosotros los naturales de España.

ESCENA SÉPTIMA
DON FILIBERTO: ¡Ni siquiera pueden ustedes hablar en serio! Hay alguno de ustedes, de los que ustedes llaman maestros, que se atreve a gritar viva la bagatela. ¡Y eso no en el café, no en la tertulia de amigos, sino en la tribuna de la Docta Casa! ¡Y eso no puede ser, caballeros! Ustedes no creen en nada: Son iconoclastas y son cínicos. Afortunadamente hay una juventud que no son ustedes, una juventud estudiosa, una juventud preocupada, una juventud llena de civismo.

Llamamos Didascálicos especialmente a los poemas didácticos. Que enseña o instruye.

ESCENA NOVENA
RUBÉN:
¡¡¡La ruta tocaba a su fin.
Y en el rincón de un quicio oscuro,
nos repartimos un pan duro
con el Marqués de Bradomín!!!

La misión específica de la poesía didáctica es instruir. Su objeto no es el mito o las hazañas heroicas sino la verdad. Ni en el poema expuesto anteriormente ni en el resto de la obra de Ramón del Valle-Inclán encontramos estas características.

La vida de los protagonistas de la obra está llena de vicios. Este término se define como un mal hábito, un defecto o una enfermedad. El alcohol parece ser un elemento fundamental en la relación entre los personajes. Toda buena ocasión se celebra con alcohol, como también calma la tristeza en acontecimientos de nostalgia (la muerte de Max Estrella). Todo vicio o mal hábito, lleva al deceso pero se practica en la vida. No hay un mínimo esfuerzo por evitarlo, es un vicio poderoso que se llevó la vida de nuestro protagonista y lo entregó directo a los brazos de la muerte.

ESCENA DECIMATERCIA
DON LATINO: ¡Ha muerto el Genio! ¡No llores, hija mía! ¡Ha muerto y no ha muerto!... ¡El Genio es inmortal!... ¡Consuélate, Claudinita, porque eres la hija del primer poeta español! ¡Qué te sirva de consuelo saber que eres la hija de Víctor Hugo! ¡Una huérfana ilustre! ¡Déjame que te abrace!
CLAUDINITA: ¡Usted está borracho!
DON LATINO: Lo parezco. Sin duda lo parezco. ¡Es el dolor!
CLAUDINITA: ¡Si tumba el vaho de aguardiente!
DON LATINO: ¡Es el dolor! ¡Un efecto del dolor, estudiado científicamente por los alemanes!
DON LATINO tambaléase en la puerta, con el cartapacio de las revistas en bandolera y el perrillo sin rabo y sin orejas, entre las cañotas. Trae los espejuelos alzados sobre la frente y se limpia los ojos chispones con un pañuelo mugriento.

Gesto, mímica y proxemia desde el esperpento, guiñol, prosopografía y animalización

Esperpento:
El esperpento es un género literario que se caracteriza por la presentación de una realidad deformada y grotesca y la degradación de los valores consagrados a una situación ridícula. El autor de Luces de Bohemia es en todo momento impersonal y objetivo, buscando criticar a la sociedad española de la época. No inventa ningún mal a la sociedad  simplemente incrementa y deforma los que ya ésta tiene. Todos los personajes son trágicos, se hallan en situaciones burlescas, caricaturescas, por lo que pasan de ser personajes trágicos a ser personajes esperpénticos. Se puede observar en la mímica y gestos del protagonista Max Estrella, es un hombre ciego, frustrado por que no es reconocido con su novela, amargado con la vida, su aspecto parece ser trágico.

ESCENA PRIMERA
MAX y MADAME COLLET: “¡Espera, Collet! ¡He recobrado la vista! ¡Veo! ¡Oh, cómo veo! ¡Magníficamente! ¡Está hermosa la Moncloa! ¡El único rincón francés en este páramo madrileño! ¡Hay que volver a París, Collet! ¡Hay que volver allá, Collet! ¡Hay que renovar aquellos tiempos! -Estás alucinado, Max. -¡Veo, y veo magníficamente!” (…) “MADAMA COLLET: Siéntate. Voy a cerrar la ventana. Procura adormecerte. -¡No puedo! -¡Pobre cabeza! -¡Estoy muerto! Otra vez de noche.”

Otros personajes que aparecen representan a gente de clase baja, se representan como personas de malas costumbres. Todos sus gestos son exagerados y burlescos. Dan la impresión de ser caricaturizados.

Aparentemente los personajes de esta obra no tienen vida, son puramente simbólicos, por lo cual se puede afirmar que cada uno de los personajes intentan deformar la realidad, teniendo un aspecto exagerado, lleno de rabia e impotencia.

Guiñol:
El guiñol se define como la representación teatral por medio de títeres movidos con las manos. En este caso comparar la obra con un teatro guiñol hace referencia a que ya que es una obra simbólica, que realmente critica a la sociedad, mostrándola como controlada, somos dirigidos por el destino horrible y trágico.  Simularlo con títeres es una buena representación. 

Prosopografía:
La prosopografía se refiere a la descripción física de un personaje: rasgos físicos, estatura, facciones, etc. En la obra Luces de Bohemia, Valle-Inclán toma las características más sobresalientes de cada situación para distinguir el tipo y función de los personajes.
Estas descripciones son más notables en los personajes cuya función es menos relevante en la obra, aquellos que están más cerca al arquetipo, a quienes el autor les destaca su apariencia física (rasgos físicos, indumentaria, objetos de su oficio), rola caricatura, sobretodo en el caso de personajes como Serafín el Bonito como se mostrará en el ejemplo más adelante

ESCENA TERCERA (LOS OBREROS)
“(…) Entran en la taberna obreros golfantes -blusa, bufanda y alpargata-, y mujeronas encendidas, de arañada greña. (…)”

ESCENA DECIMATERCERA (EL COCHERO)
“Aparece en el marco de la puerta el cochero de la carroza fúnebre: Narices de borracho, chisterón viejo con escarapela, casaca de un luto raido, peluca de estopa y canillejas negras.”

ESCENA QUINTA (SERAFÍN EL BONITO)
“(…) Hay un viejo chabacano - bisoñé y manguitos de percalina-, que escribe, y un pollo chulapón de peinado reluciente, con brisas de perfumería, que se pasea y dicta humeando un veguero. DON SERAFÍN, le dicen sus obligados, y la voz de la calle, SERAFÍN EL BONITO (…)”

Animalización:
La animalización es una figura literaria que consiste en la comparación entre personas y animales, siendo la persona el objeto real y el animal, el imaginario. En la obra de Valle-Inclán lo humano se convierte en cosa o animal aportando así al esperpento un gran espacio de desarrollo al deformar la realidad.

El ejemplo donde se hace más notable la animalización en Luces de Bohemia es el de Don Latino, a quien Valle-Inclán compara con un perro, pero resaltando su cobardía, su naturaleza de aprovechado e interesado. Más específicamente, sería como el perro lazarillo de Max Estrella (que es ciego), pero en lugar de hacerle compañía y serle fiel amigo, le es desleal y lo engaña.

ESCENA OCTAVA
MAX: Seguramente que me espera en la puerta mi perro.
EL UJIER: Quien le espera a usted es un sujeto de edad, en la antesala.
MAX: Don Latino de Híspalis: Mi perro.

ESCENA SEGUNDA
"Don Latino interviene con ese matiz del perro cobarde que ad su ladrido entre las piernas del dueño"

La animalización expone también la degradación de los personajes, estos se reflejan como seres ridículos y grotescos que viven una tragedia. Un ejemplo claro de esto es el de Zaratustra, quien  se equipara con un bicho.

ESCENA SEGUNDA
“(…) ZARATUSTRA, abichado y giboso -la cara de tocino rancio y la bufanda de verde serpiente-, promueve, con su caracterización de fantoche, una aguda y dolorosa disonancia muy emotiva y muy moderna.(…)”

Relación entre la vida y la obra de Valle-Inclán

La producción de Valle Inclán es considerable y variada: novelas, cuentos, teatro, poesía. Se observa una evolución en estos géneros desde el Modernismo, donde sus obras están basadas en un esteticismo decadente al margen de la realidad, pasando luego por una etapa mítica, presentándonos una serie de fuerzas elementales como el mal; la irracionalidad; la violencia y sobre todo la lujuria, rigen la existencia y el destino de los protagonistas, hasta llegar a su período cumbre con el esperpento y la obra “Luces de Bohemia”, destacando a la palabra sacada del uso popular para designar lo ridículo, extravagante y grotesco.

Valle Inclán cultivó una literatura modernista de carácter evasivo a finales del siglo XIX. Los acontecimientos históricos y políticos de España durante los principios de siglo, marcarán la trayectoria ideológica del autor. El cual asume un compromiso con las clases desposeídas, el proletariado, que no gozaban de los felices años 20 como las clases dominantes. En relación a lo político Valle Inclán se inclina por una postura marxista.

En 1892 el autor realiza un viaje a México, donde entra en contacto con el modernismo. En Veracruz adopta el nombre de Valle Inclán. Después de pasar una temporada en Cuba regresa a Galicia. En esta época el autor publica su primer libro en 1895, titulado Femeninas, seis historias amorosas, donde se pone especial atención en el deseo de narrar acentuando los valores formales. Su producción cumbre en esta etapa son las Sonatas, cuatro novelas, Sonata de Estío, Sonata de Otoño, Sonata de Primavera y Sonata de Invierno. Se presenta la exaltación del mundo decadente, visto con una mirada entre nostálgica y distanciada. Su prosa es rítmica, refinada, rica en efectos sensoriales.

Al estallar la guerra en 1914, Valle se manifiesta partidario de los aliados. El autor se preocupa cada vez más por cuestiones de justicia social, se entusiasma con la revolución rusa y se aproxima al marxismo.  Su obra se convierte en una sarcástica denuncia de la España oficial. Paralelamente en su evolución profesional, el autor pasará por una etapa de transición antes de llegar a los esperpentos, es el ciclo de lo irónico y lo mítico. Publica la Cabeza del Dragón, La Marquesa Rosalinda, Farsa Italiana de la enamorada del rey; las Comedias Bárbaras: Águila de blasón y Romance de lobos. Con estas obras Valle inicia su “teatro en libertad”; se discute entre si son novelas dialogadas o teatro irrepresentable, siendo su fuerza dramática incuestionable. Sus personajes vuelven hacia el primitivismo de los orígenes del drama, alejándose del teatro realista del momento y otorgándole al hecho dramático una dimensión mítica.

A partir de 1920 la obra de Valle se centrará en la denuncia de un mundo dominado por lo deforme y lo absurdo, denuncia que se llevará acabo también con un lenguaje deformado. Para satirizar de forma caricaturesca y desgarrada la realidad nacional, crea un nuevo estilo: el esperpento.

Esta técnica literaria se caracteriza por buscar una deformación sistemática de la realidad, intensificando sus rasgos grotescos y absurdos, y por una degradación de los valores literarios consagrados. La práctica del esperpento en literatura equivale al estilo de Goya en la pintura. Los esperpentos de Valle Inclán son obras que presentan la realidad deformada o vista en un espejo cóncavo.

Este género o tendencia se desarrolla sobre todo en cuatro títulos: “Luces de bohemia” (1920), “Los cuernos de don Friolera” (1921), “Las galas del difunto” (1926) y “La hija del Capitán” (1927). En estas obras se revela una visión ácida y violentamente disconforme con la realidad. El autor se complace en degradar la realidad y agredirla con una carcajada que no perdona a personas, instituciones o mitos, pero que en el fondo, oculta no pocas veces el llanto.

Valle Inclán no se doblegó a los prejuicios estéticos del momento, y optó por desafiar las limitaciones de diverso tipo que presentaba el teatro de la época.  Durante mucho tiempo se pensó que los esperpentos de Valle Inclán no eran verdadero teatro, sino novelas dialogadas y que al menos en su mayoría eran irrepresentables, condenadas a ser teatro para leer. Esto ha quedado en el pasado, ya que con las nuevas nociones del espectáculo teatral y técnicas de representación se ha podido llevar a escena muchas de sus obras.


Con el paso del tiempo, tras las experiencias renovadoras de las concepciones escénicas. Valle Inclán se descubre como la figura máxima del teatro español, un verdadero vanguardista que se anticipó considerablemente a las nuevas tendencias del teatro mundial.

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